Todos los gerentes necesitan ser líderes, pero la mayoría sólo son administradores. Si usted invierten una gran cantidad de tiempo en presupuestos, costos y diagramas de flujo, es un administrador. Para ser un líder, necesita invertir tiempo con su gente y buscar definir oportunidades, desarrollar estrategias y apoyar sus misiones.
Un verdadero líder es aquel que se ha ganado el respeto de su equipo y, por lo tanto, aquél cuya visión es apoyada por ésta. Un director ejecutivo líder adopta la visión de todos los involucrados en la compañía, no solo de sus accionistas , acerca de como hacer que la compañía tenga éxito de otra manera se convertirá en un gerente que solo elimina costos y plazas de trabajo, y castiga a los proveedores y distribuidores, a fin de obtener algunas ganancias extra a corto plazo, pero a costa de arruinar el negocio a largo plazo. Un líder sabe que la organización solo será tan fuerte como lo sea su vínculo más débil. Proveedores, empleados, distribuidores, revendedores o usuarios finales inconformes pueden llevar a la empresa a la quiebra.
Cada vez mas directores ejecutivos administran sus compañías, tomando solo en cuenta los niveles de satisfacción de los socios de la compañía.
Mucha gente piensa que los líderes deben tener carisma pero para ser efectivos no lo necesitan. Muchos grandes líderes se conducen sin hacer aspavientos para forjarse una imagen: son agradables, a menudo sencillos y muestran precaución por sus clientes y empleados.